Federópticos

Preguntas Frecuentes

Home > Preguntas frecuentes

audio

Los signos de pérdida auditiva pueden variar según la persona y el grado de afectación auditiva, pero aquí mostramos algunos de los signos más comunes que podrían indicar la presencia de pérdida auditiva:

  • Dificultad para escuchar conversaciones en entornos ruidosos o con varias personas hablando.
  • Preguntar con frecuencia a las personas que repitan lo que dijeron.
  • Aumentar el volumen de la televisión o la radio más de lo habitual.
  • Dificultad para escuchar sonidos suaves o tonos altos.
  • Sentir que los demás están murmurando.
  • Dificultad para seguir una conversación telefónica.
  • Evitar situaciones sociales o participar en conversaciones grupales.
  • Aislamiento
  • Sentir un zumbido o pitido continuo. (Acúfenos).

Si experimentas alguno de estos signos de manera recurrente, es recomendable que consultes a un especialista en audición para una evaluación auditiva completa. Recuerda que un diagnóstico temprano puede ayudar a mejorar la calidad de vida y abordar cualquier problema auditivo de manera efectiva.

Una evaluación auditiva previa a la compra de audífonos te proporciona toda la información sobre tu estado auditivo y te permitirá optar a audífonos totalmente personalizados que se ajusten mejor a tus necesidades. Te recomendamos consultar con nuestra especialista para garantizar una adaptación 100%.

Los audífonos son una solución efectiva para la mayoría de las personas con pérdida auditiva, pero no son adecuados para todas las situaciones.

Existen diferentes tipos y estilos de audífonos que pueden adaptarse a diversas pérdidas auditivas, pero es esencial que un especialista en audición realice una evaluación para determinar qué tipo de audífono es el más apropiado para cada persona.

En algunos casos, cuando la pérdida auditiva es severa o está relacionada con problemas médicos específicos, los audífonos pueden no ser suficientes y pueden necesitar otras opciones. Por lo tanto, es crucial consultar con un profesional de la audición para obtener el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida auditiva.

Sí, se puede usar audífonos si hay pérdida en un solo oído y audición normal en el otro.

Si tienes pérdida auditiva en un solo oído, es recomendable que consultes a un especialista en audición para determinar si un audífono unilateral es adecuado para tu situación específica y recibir la mejor opción de tratamiento.

Los audífonos son dispositivos diseñados para ayudar a las personas con pérdida auditiva.

Es importante tener en cuenta que los audífonos pueden variar en su diseño y características, y es fundamental que sean seleccionados y adaptados por el profesional de la audición para satisfacer las necesidades auditivas específicas de cada persona.

Los audífonos analógicos son más básicos y limitados en términos de personalización y adaptabilidad, mientras que los audífonos digitales ofrecen un procesamiento de señal más avanzado, por lo tanto, mejoran la experiencia auditiva.

Sí, muchos audífonos de última tecnología permiten hablar por teléfono o escuchar música mientras se usan. Estos audífonos están diseñados con características avanzadas que permiten conectarse de forma inalámbrica a dispositivos como teléfono móvil, tablets o reproductores de música a través de Bluetooth.

Cuando los audífonos están conectados a un dispositivo compatible, como el móvil, las llamadas se pueden dirigir directamente al audífono, lo que facilita la comunicación sin necesidad de sostener el teléfono cerca del oído. Además, también se puede reproducir música para disfrutar de una experiencia auditiva más completa.

Estas características hacen que los audífonos sean más versátiles y útiles en diversas situaciones, permitiendo a las personas con pérdida auditiva disfrutar de una comunicación más clara y una experiencia auditiva totalmente personalizada.

La duración de las baterías de los audífonos puede variar dependiendo del tipo de audífono, el nivel de uso y sus características, así como también influye en gran medida la potencia y la tecnología utilizada.

  1. Verificar las pilas. Asegúrate de que las pilas estén correctamente colocadas y tengan carga. De lo contrario, reemplázalas por unas nuevas.
  2. Limpia los audífonos. A veces, la acumulación de cerumen u otra suciedad puede obstruir los canales del sonido.
  3. Verifica los controles. Comprueba que los controles de volumen estén ajustados correctamente.
  4. Revisa la conectividad. Si los audífonos son compatibles con la conexión inalámbrica a dispositivos, asegúrate que están conectados adecuadamente.

Si después de seguir estos pasos los audífonos no funcionan correctamente, es importante que acudas a un especialista en audición para que si es necesario, realicen las reparaciones o ajustes necesarios.

Limpieza diaria con una gamuza suave y seca para retirar la suciedad de la superficie exterior. Evitar productos químicos agresivos ya que pueden dañar los componentes.

Limpiar los auriculares intercambiables si los tienen, retirarlos y limpiarlos por separado. Puedes usar una gamuza húmeda o con un hisopo de algodón humedecido con alcohol para eliminar la cera acumulada.

Evita la exposición de los audífonos a lluvia, humedad del baño o cocina para evitar dañar los componentes electrónicos y afectar a su funcionamiento.

Protegerlos del calor y frío extremo, ya que puede afectar a su rendimiento y durabilidad.

Es importante guardarlos en un estuche protector o en un lugar limpio y seco, donde no haya riesgo de que los cables se puedan enrollar. 

Además, es recomendable que nos traigas tus audífonos para realizar una limpieza más profunda y los ajustes necesarios para que disfrutes de un rendimiento óptimo.

Visión

Un oftalmólogo es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oculares, mientras que el óptico-optometrista es un profesional de la salud visual encargado de la corrección visual y el cuidado de los ojos. Evalúan la agudeza visual, prescriben gafas y lentes de contacto, y pueden detectar problemas oculares comunes.

Se recomienda que las personas se realicen un examen visual completo al menos una vez al año.

La duración de un examen visual completo puede variar dependiendo de varios factores, como la complejidad del caso y las pruebas  adicionales. En general, un examen visual completo suele durar entre 30 minutos y una hora.

Sí, es normal experimentar cambios de visión a medida que envejecemos. Algunos de estos cambios son parte del proceso natural de envejecimiento ocular

Presbicia: Es la pérdida gradual de la capacidad de enfocar objetos cercanos. Suele manifestarse alrededor de los 40 años y se debe a la rigidez del cristalino, lo que dificulta el enfoque en distancias cortas.

Pérdida de sensibilidad al contraste: Con la edad, es posible que se experimente una disminución en la capacidad para distinguir detalles sutiles o contrastes bajos, lo que puede afectar la calidad de la visión.

Estos cambios son comunes y generalmente no indican problemas de salud graves. Sin embargo, es importante realizarse exámenes regulares de la vista con un profesional de la salud visual para detectar cualquier afección ocular subyacente y garantizar una visión óptima.

Miopía: La miopía es un defecto refractivo en el cual los objetos cercanos se ven claramente, pero los objetos distantes aparecen borrosos. 

Hipermetropía: La hipermetropía es un defecto refractivo en el que los objetos distantes pueden verse claramente, pero los objetos cercanos se ven borrosos. 

Astigmatismo: El astigmatismo es defecto refractivo en el cual la visión es distorsionada y borrosa tanto de cerca como de lejos.

Presbicia: La presbicia, también conocida como "vista cansada", es un defecto refractivo relacionado con la edad que afecta a la capacidad de enfocar objetos cercanos. Ocurre debido a la pérdida gradual de flexibilidad del cristalino, que dificulta su capacidad para enfocar objetos cercanos.

Si se trata de una prescripción estándar el proceso de fabricación es rápido y puede tardar 1 día. Mientras que si se trata de lentes personalizadas se pueden demorar aproximadamente una semana.

Existen muchos mitos sobre la adaptación de progresivos. Lo cierto es que intervienen muchos factores para una buena adaptación.

Por un lado, es muy importante realizar un buen examen visual, conocer las necesidades de cada persona en función de su estilo de vida, profesión, etc. 

Por otro lado, no existe solo un tipo de progresivo si no que, tenemos muchas opciones disponibles en el mercado. En Federópticos somos expertos en progresivos y trabajamos con la última tecnología tanto en diseños como en tratamientos. De esta forma, hay progresivos con niveles muy altos de personalización y por tanto con mayor campo visual, que facilitan la adaptación al máximo. De igual forma, es un proceso muy subjetivo de cada persona, donde también influye la colaboración del paciente (forma de mirar, posturas, etc.) 

Teniendo en cuenta todos estos puntos, en nuestros centros realizamos un seguimiento exhaustivo de la adaptación de nuestros pacientes.

Existen varios métodos para frenar el avance de la miopía. Según estudios funcionan a cualquier edad con la que el niño inicie el tratamiento, aunque se aconseja empezar cuanto antes.

Lentes de contacto blandas. Podemos encontrarlas tanto de reemplazo diario como de reemplazo trimestral. Se usan durante el día. Son ideales para niños activos. 

Lentes de contacto ORTO-K. Son lentes de contacto rígidas permeables al gas. Su uso es nocturno y son de reemplazo anual. Están diseñadas para remodelar temporalmente la córnea  y corregir la visión. Por lo que, además de no necesitar gafa o lentilla durante el día estamos frenando la progresión de la miopía. 

Lentes oftálmicas. Son lentes orgánicas que corrigen la miopía y ralentizan su crecimiento. Su diseño se basa en un mayor conocimiento de la retina infantil y los mecanismos que actúan en el crecimiento de la miopía. 

Tratamiento con atropina. Debe estar pautado por un oftalmólogo y puede combinarse con cualquiera de los otros métodos que hemos citado anteriormente. 

Para mantener las gafas siempre limpias, se deben limpiar con agua tibia y jabón neutro. Aclarar y secar con papel de celulosa y después terminar con gamuza de algodón. 

Es importante evitar limpiarlas en seco o con productos más abrasivos (lavavajillas, desinfectantes, toallitas con alcohol, etc.) ya que dañarán los tratamientos de la lente de forma irreversible y aceleran el deterioro de las mismas.

En general, la mayoría de la población puede usar lentes de contacto, pero hay algunos factores a tener en cuenta, como ciertas enfermedades oculares, ojos secos severos o alergias oculares. Es importante consultar a un optometrista para evaluar tu salud ocular y tus necesidades individuales antes de recomendar el uso de lentes de contacto y hacer una adaptación personalizada.

El tipo de lente de contacto recomendado puede variar según las necesidades y características individuales de cada persona. 

En general, el tipo de lentilla lo va a determinar la frecuencia de uso. Cuando el uso es de forma habitual o diario, nos inclinaremos por una lentilla mensual, mientras que si el uso es más esporádico lo recomendable es una lentilla desechable. 

Todo esto puede variar en función de las condiciones oculares de cada paciente, existiendo lentillas especificas para casos concretos (OrtoK, Queratocono, etc).

Sí. Tanto de uso mensual como de uso diario. 

Antes de empezar la adaptación el optometrista debe valorar cada caso en función de la graduación del paciente, las necesidades visuales y la salud ocular.

Cada tipo de lentilla tiene un liquido de limpieza y de mantenimiento especifico, según su material. 

En nuestro centro, nuestras profesionales te indicarán las pautas de limpieza y mantenimiento de tus lentillas.

Es importante el uso de un buen líquido de mantenimiento puesto que, de lo contrario, puede causar molestias, sequedad ocular o incluso puede llegar a causar intolerancia a las lentillas. 

Nunca se debe usar agua del grifo para lavar o conservar las lentillas, ya que nos exponemos a una infección por bacterias u hongos.

Las lentes de contacto de uso diario se desechan inmediatamente después de quitarlas. De lo contrario, la lentilla pierde sus propiedades y puede causar molestias oculares.

Las lentes de contacto mensuales, están preparadas para durar 30 días desde que se abren. Es importante cumplir con ese plazo, ya que de no ser así, el intercambio de oxigeno entre la lentilla y el ojo cada vez es menor, derivando en molestias oculares y en casos más graves queratitis corneales.

Estas serían las lentillas blandas más usadas. Existen también, lentillas con otros materiales que pueden ser anuales, semestrales o trimestrales.